LIDERAZGO DESDE EL CORAZÓN.
LIDERAZGO DESDE EL CORAZÓN.
Son inteligentes. Pero la inteligencia no es el lugar desde donde operan. Son educados. Pero no es el aula lo que gobierna lo que hacen ni lo que son. Son profesionales pero el título es sólo accesorio ocasional. 3 de ellos me han acompañado por más de 15 años y dos se van acercando a 10. Los conozco...desde adentro.
Ellos son Pastores. Realeza de Dios. No les sorprende la apariencia porque operan desde el corazón. Tienen sus frentes acostumbradas al combate que llega desde las tinieblas y son monedas de una sola cara. Lo que ve es lo que son.
Son los mismos ministrando en un altar, o en un “tú a tú” con un confinado tras las rejas. Y esta parte...es literal. Dan de comer al hambriento y ayudan al desvalido. No como un evento de iglesia sino como un estilo de vida. Son así, no son de otra manera.
La injusticia nunca encontrará en ellos un cómplice. Aman la verdad y no la apariencia de ella. Han vivido demasiado como para no saber eso. ¿Quiere amigos de verdad?.
Consiga un par como estos y descubrirá lo que es verdadera amistad. Su naturaleza no les permite ser aves de temporada ni pájaros emigrantes. Tienen apariencia común pero no lo son.
Nunca los vi buscar aplausos aunque se merecen todos los que les den. Jamás los vi anhelando posiciones ni defendiendo de otros su territorio ministerial. Dios los marcó. Tienen piel espiritual gruesa y por eso son inmunes a la ofensa trivial.
Los he visto tristes pero optimistas. Indignados pero estoicos. Victoriosos pero elevando el escudo de una humildad invencible. El Espíritu del Señor les puso los cables de esa manera. Y los cinco tienen una sonrisa poderosa. Aman como quienes saben que es muy difícil que alguien se defienda del amor.
Las tinieblas les teme y la hipocresía les huye. La primera porque son poderosos en Dios. La segunda, porque estos cinco tienen muy agudo el olfato. Huelen cuando es puro drama aunque el drama se esté dando a millas de distancia.
Es el mes del Pastor. Yo a estos cinco les celebraría todo el año. Y no sólo a ellos. Sino a todos aquellos que llevan zapatos como los de ellos. Nadie que nunca se haya puesto esos zapatos entenderá del todo lo que acaba de leer.
DIOS ME TIENE QUE AMAR CON LOCURA...CUANDO LOS PUSO A MI LADO. EN SERIO.
Rubén Arroyo...Pastor