UNCIÓN CORPORATIVA: EL PARADIGMA DE LA NUEVA ERA DE LA IGLESIA.
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Efesios 4:15-16
Es indispensable que los términos “yo...mi...mío” mueran en el corazón de cada creyente en relación al ministerio y el trabajo en el Señor, para que el Espíritu reemplace el vacío con el concepto corporativo “nuestro y nosotros”.
Cuando una persona con dones, talentos y llamado legítimo, opera sobre el paradigma de “cómo puedo usar a la iglesia a favor de mi ministerio”, en vez de “cómo puedo bendecir a mi iglesia con el ministerio”, estará abriendo la puerta a la probabilidad de que termine con una mentalidad individualista e independiente del Cuerpo de una iglesia local.
Desde que el Señor me reveló en el 2011, que su diseño para nuestra iglesia sería dirigido hacia la edificación de una “unción corporativa”, he visto a Dios causar una “revuelta” cada vez que alguien intenta usar nuestra iglesia para edificar su propia plataforma ministerial. Siempre terminan sintiéndose “fuera de grupo”, porque no tenían mente de grupo.
En CIDRA Church no existe espacio para un “Llanero Solitario”. Nuestros eventos son organizados, dirigidos y liderados por nuestra propia gente. Mi esposa y yo somos predicadores invitados en las Escuelas de la misma congregación que Pastoreamos. Los demás recursos son de nuestra propia congregación.
Ocasionalmente recibimos a ministerios o predicadores invitados, al identificar un particular llamado, unción o don, del cual toda la iglesia pueda ser edificada y recibir impartición.
El pueblo es el protagonista de lo que hacemos y Dios recibe la gloria por el favor que nos da para lograrlo. Por su gracia, hemos podido desarrollar 5 diferentes Escuelas de formación permanentes con laboratorios de práctica y activación con presencia internacional, donde toda la logística, desarrollo y recursos son de nuestra iglesia local.
Estoy convencido de que la promesa de que la tierra será llena del conocimiento de la gloria, se cumplirá mediante lo que el Profeta Bill Hamon llamó muy bien “El Mover de Los Santos”, refiriéndose a todo el Cuerpo de Cristo. Para que eso ocurra, cada Pastor tendrá la responsabilidad de identificar el diseño asignado a su congregación para crear un estilo corporativo de “hacer reino” y no “de hacer iglesia”.
Esa es la diferencia entre una Iglesia apostólica y un Centro apostólico. La primera se caracteriza por una figura central dominante. En lo segundo, el líder logra multiplicarse en sus líderes y estos crean una actividad colectiva que logra sinergia de los dones, talentos y llamados de la familia de creyentes para crear una visión, asignación y movilización colectiva.
Todo creyente tiene dones, talentos y llamado. Conjugarlos en una sola visión y acción corporativa, necesitará Pastores que no tengan temor de que sus líderes crezcan aún más que él, y por el contrario...
ÉL SE CONVIERTA EN EL TECHO DESDE DONDE SUS LÍDERES PUEDAN DESPEGAR PARA VOLAR MÁS ALTO QUE ÉL.
CIDRA CHURCH...LUGAR FUERTE...CIUDAD DESEADA
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