Sonidos, color y movimiento. Manifestaciones físicas en el mundo natural y cambios relacionados a tiempos, parecían ser afectados por una adoración que atraía a Dios a un lugar donde realizaba una acción que cambiaba las realidades en el mundo natural.

Años después, cientos de personas ya venían de diversas ciudades y naciones para sumergirse en la atmósfera de una adoración apasionada, quebrantada y llena de giros inesperados y súbitas expresiones de arte profético. Así nació Un Rugir Desde el Cielo.

Una experiencia inmersa de adoración adornada con expresiones artísticas. Lo hacemos con una mayor y absoluta convicción de que el arte no sustituye al adorador porque él mismo debe convertirse en adoración. Todo es accesorio. Sólo la Presencia misma del Señor es el tesoro anhelado y buscado. Cualquier otra cosa que intente ser preeminente, la Presencia misma se encargará de revelarlo.

Algo del YO siempre muere dentro de un rendido corazón que adora. Nada y nadie importa en esa zona. Allí mueren los nombres, las posiciones y los títulos. Una adoración almática satisface emociones pero no transforma corazones. Eso es un resultado inevitable de afectar a Dios con mi adoración. Cuando Dios es afectado...Él me afectará a mi.

La frase que encabeza este escrito fue lo que el Dr. Randy Clark me expresó profetizando en una conversación personal acerca de CIDRA Worship. Otros generales de Dios han hecho por su lado expresiones parecidas. Eso nos invita a mantener una posición de simple humildad. Dios mismo por medio de su Espíritu se convierte en el director de adoración de toda la creación.

SÓLO DIOS PUEDE ENSEÑAR A ADORAR A DIOS...

​

​

Apòstol Rubén Arroyo