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1 + 1 = 1...SIN DEJAR DE SER DOS


1 + 1 = 1...SIN DEJAR DE SER DOS


La foto no es ensayada. No fue planeada ni solicitada. No recuerdo siquiera quién la tomó. Para mí es mucho más que una foto. Es el tenue reflejo que define nuestra relación. Frente a ella hay un juego de luces color esmeralda y frente a mí un rosa quemado.


En un punto se encuentran los colores hasta fusionarse de alguna manera dando la impresión de que se mezclan entre sí sin dejar de distinguirse cada uno de todos modos.


Mi Gloria tiene su gloria y yo la tengo a ella y mi gloria también. No importa el nombre o la apariencia de la crisis, el combate o el reto de frente o detrás, nuestras manos nunca han dejado de estar así. Entrelazadas y sosteniéndose sin dudar.


Aprendimos a cambiar lo que podíamos cambiar para ser productivos como pareja y productivos como ministros, sin que ninguna de las dos cosas opacara a la otra.


Aplaudo y celebro lo que logra y ella sigue celebrando lo que enseño. Sonrío cuando brilla en lo que hace y ella me recuerda que yo también debo usar cremas para la piel de vez en cuando. Hemos bailado con gente cerca y formado un baile también cuando nadie está.


Hablamos de lo que Dios hace y también cuando tenemos la impresión de que no lo está haciendo. Cuando salgo de mi tiempo en intimidad con Dios, me siento para compartirle lo que recibí antes de que la congregación lo escuche.


Cuando su intercesión termina, soy yo quién escucha lo que ella escuchó antes de que su equipo lo escuche.


Somos amigos. Nos reímos de nosotros y de otros. Somos amantes, empiece ella o comience yo. Somos ministros o abre ella el momento o lo aprovecho yo.


Nos tomamos de la mano en el supermercado y de la mano continuamos en las refriegas contra el enemigo.


Los retos nos encuentra de la misma manera y de la misma manera celebramos la victoria o lloramos la derrota. Ha sido intensa la jornada y los gigantes han llegado disfrazados de todas maneras, y de todas maneras nos encuentra con la misma honda en las mismas manos.


Lo que Dios ha unido, no lo separa el hombre, pero el hombre sí logrará separar...lo que Dios nunca unió.


Rubén y Gloria...Gloria y Rubén

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