CON EL MUNDO POR DENTRO
CON EL MUNDO POR DENTRO
No dejan de asombrarme. La Pandemia no logra encerrarlos, y no se arriesgue a pensar que lo hacen en forma irresponsable porque hablará desde lo que no sabe.
Tener conciencia de identidad y convicción de asignación tendrá por resultado un fruto espontáneo y una acción que se note. Los Cidrianos saben cómo sacudirse la camisa de fuerza en la cual el enemigo intenta sin mucha consecuencia limitarlos.
Ella es Yolanda. Para los que la amamos Yoli. Ocurrió después del culto dominical. Nuestros ministerios de sanidad saben que muchos enfermos no pueden llegar a nosotros y a los nuestros no les molesta moverse hasta donde están ellos.
El día anterior otro equipo repartiría mercados como cada sábado a más de 200 familias de la comunidad. Anoche conversaba con nuestra Pastora de Evangelismo y Misiones sobre la misión a Benín, África en septiembre.
En plena Pandemia, aún con la incertidumbre de países que cierran sus fronteras un día y no se sabe si las abrirán el próximo día, los soldados del Army se mueven en medio de dificultades, incertidumbres y oposición porque saben el hambre que tienen las aldeas y villas empobrecidas de Bonau, Benín.
No son ignorantes, ilusos o dementes. Ellos saben que el evangelio no es electrónico sino electrizante. Que nuestras cuatro paredes es el lugar donde nos preparamos para salir y transformar. Durante la Pandemia hemos visto el cáncer desaparecer y los tumores dejar vacías cicatrices en el lugar desde donde amenazaron con asesinar.
El rostro de Yoli desfigurado por la pasión frente a un hospital y con un cartel en alto, comunica dolor ante la injusticia de la enfermedad y quiere que el personal de ayuda sepa que estamos agradecidos por su entrega a los que sufren.
No tengo espacio para todos los testimonios de liberación, sanidad, milagros, provisión y señales del otro mundo en medio de lo que este glorioso pueblo cumple como obediencia a su asignación que parece ignorar las realidades de un mundo en conflicto.
Soy su privilegiado Pastor y no dejan de asombrarme. Más de una vez le he confesado con reverencia a mi esposa, “nuestros chicos están hechos de otra madera”. No somos un edificio sino un organismo vivo.
Qué pena que quizá muchos no entenderán la frase con la cual terminaré. Pero no estoy preocupado por eso. Morir al temor del hombre es parte de nuestra asignación. Los Cidrianos no sólo estamos en el mundo...
SINO QUE LLEVAMOS EL MUNDO POR DENTRO
Rubén Arroyo...Pastor de Yoli Rodríguez
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