ENTRE SUEÑOS Y PESADILLAS

“Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego...hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa... Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó... Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas.” ‭‭Génesis‬ ‭40:14,23,- 41‬:9‭ Dios ignorará mis tiempos cuando quiero adelantarme a los suyos. También fracasaré en lograr lo que me asignó hacer si lo asignado a hacer lo quiero hacer a mi manera.

Encadené tres versos que representan tres momentos entre los cuales no sé cuánto tiempo pasó. Sólo sé que los tres momentos revelan claramente el momento cuándo Dios quiere hacer algo y yo quiero darle “una ayudita” haciéndolo a mi modo y cuando quiero.

No necesitas a satanás para dañar el plan de Dios cuando el mayor enemigo de tu plan eres tú mismo.

Este era el diseño del Señor. Dios cumpliría los sueños revelados a José inmediatamente después de que faraón tuviera los suyos provocados por Dios en su tiempo. La cárcel no podía abrirse antes de eso. Y por su lado el plan de José consistía en ayudar a Dios a cumplirlos queriendo salir de su cárcel antes de Dios provocar las pesadillas a faraón.

José intentó crearle un atajo a su sueño intercambiando favores con el copero. Y Dios resolvió el problema borrando por un tiempo el nombre de José de la memoria del copero.

“Todo es hermoso en su tiempo” aseguró Salomón. José decidió que si la puerta de su cárcel no se abría él la abriría de algún modo.

LA MEMORIA DEL COPERO REGRESÓ...SÓLO CUANDO DIOS LO ORDENÓ.

Cuando el deseo de cumplir mi llamado necesita intercambiar favores con el copero para “adelantar” su cumplimiento, en vez del faraón tener pesadillas seré yo quien quien las tendrá. Este es uno de los errores más comunes en ministros sinceros que tienen su propio plan para hacer que el plan del Señor se cumpla.

Una cosa te aseguro...

SE HARÁ UNA PESADILLA TU SUEÑO CUANDO DECIDAS QUE SE CUMPLIRÁ A TU MODO Y EN TU TIEMPO.

NO BUSQUES LA AYUDA DEL COPERO...ÉL NO FUE QUIEN TE PREÑÓ DEL SUEÑO.

Rubén Arroyo...Yo sé quién es el dueño de los míos.