LA PALABRA…

LA PALABRA…
No contiene a Dios, pero sí la revelación acerca de Él, y de Él. Y eso la hace única.
Voy a ella de varias formas y motivos. Hago lecturas de recreación. Es una lectura sólo por placer. Algo así como comer un helado favorito. Tengo lecturas de compromiso. Debo predicar o enseñar, así que voy a ella con propósitos didácticos. Pero prefiero la tercera.
Tengo hambre de conocer a Dios, encontrarme con El y tener una experiencia con su contenido. La Palabra de Dios informa, forma y transforma. La intención conque vaya sobre ella podría ser determinante en el resultado que tendré.