MISERICORDIA ILEGAL

Una actitud misericordiosa, debe ser el estado permanente y gobernante en el corazón de un creyente que desea representar ese aspecto del carácter del Señor ante el mundo y otros creyentes.

La implicación no es usar el llamado a operar en Misericordia, como excusa para la eliminación de la verdad y la justicia que pueda demandar cada escenario donde se desea exhibir y aplicar misericordia.

Nuestro llamado a ayudar a alguien en problemas, no implica ayudarlo siempre de la manera en que siempre lo ayudamos. A veces, no ayudarlo es la mejor manera de hacerlo.

No siempre, no ayudar es ausencia de misericordia sino la manera justa de aplicarla. Por ejemplo, cuando Dios entra en la escena para corregir, castigar o disciplinar a uno de sus hijos, esa intervención divina viene disfrazada del problema hacia el cual me siento atraído a resolver en nombre de la misericordia. Y es allí...

DONDE AYUDANDO NO AYUDO, PORQUE DEJAR DE AYUDAR ES LA MEJOR MANERA DE HACERLO.

Cuando yo intento librar a alguien de la afilada espada de la corrección divina, estoy librando a esa persona de lo mismo que la hará libre. La misericordia ilegal es aquella, que uso sin discernir el momento donde no es la misericordia el diseño asignado por Dios. En ocasiones debo echarme a un lado y no estorbar al Señor en su tarea formativa y transformadora que el carácter de alguno de sus hijos demanda.

Rubén Arroyo...En misericordia.