NADA MÁS CERTERO QUE EL TESTIMONIO DE DIOS

Ya son incontables los testimonios. Vienen de todas partes y desde todas direcciones. Más de 240 personas más unos 100 servidores levantaron un Trono (Shadad) de adoración durante 4 días.

Una experiencia supera por mucho el poder de una opinión. Y quizás por eso, EL RUGIR fue descrito por anticipado como un movimiento y no un evento. No sería una transacción de talentos ni intercambio de información artística. Sería...¡La Experiencia!.

Las palabras no serían suficiente. La descripción incompleta y el resumen injusto. Los Cidrianos se lucieron como lo que son, una extraordinaria maquinaria aceitada por el Espíritu Santo para exhibir con excelencia la realidad de un diseño donde todos trabajan sumergidos en una unción corporativa.

La atmósfera no parecía variar no importando en qué lugar estuviera ocurriendo qué, ni quién estuviera ministrando. Dios fue el soberano rostro que se asomó en todo momento tomando variadas expresiones de su gracia. La sanidad se presentaba en el pasillo, o en la cafetería o bajo la carpa. Algunas, sin que nadie fuera el instrumento.

Las liberaciones se dieron espontáneamente en medio de talleres o fraternales conversaciones. La palabra profética pareció llenar cada rincón junto a certeras palabras de ciencia. Todo esto, en un puro ambiente de santa fraternidad.

LA ATMÓSFERA DE CELEBRACIÓN, ALEGRÍA Y JÚBILO GOBERNÓ DESDE ANTES Y CONTINUÓ DESPUÉS.

El RUGIR fue de todos y todos se unieron en un RUGIR. La Raíz de David probó ser multi generacional.

CIDRA CHURCH...LUGAR FUERTE...CIUDAD DESEADA