top of page

SAULO...SAULO!.


SAULO...SAULO!.

Por tres días, Saulo permaneció ciego después de su encuentro con Jesús. Dejó de ver lo que veía, para empezar a ver lo que no veía.

No es extraño que Dios haga cosas así. Puede abrir los ojos para que veas lo que no ves, y puede cerrarlos con la misma intención.

Hay ocasiones en que Dios te "aislará". Lo que sabes no te sirve y tu experiencia es inútil para ayudarte. El consejo no aplica y la habilidad para entender desaparece.

Saulo tenía que estar a solas consigo mismo para ver a Dios. Y a veces, te pasará contigo también.

Serán los momentos en que Dios impedirá que sigas viendo lo que siempre ves, para que empieces a ver lo que Él desea que veas. Dios no desea que te quedes en lo que sabes, porque lo que sabes te impide llegar a conocer lo que te falta saber.

Dejar de crecer es empezar a morir. Y dejar de aprender es empezar a dejar de saber.

Cuando posees un llamado real, Dios podría provocar que dejaras de ver lo que estás viendo, para que comiences a ver lo que tienes que ver.

Rubén Arroyo....Viendo y queriendo ver.

Entradas destacadas
Síguenos
Buscar por tags
bottom of page