SOY EL APÓSTOL BROKY, DR, CEO, PRESIDENTE FUNDADOR Y ÚNICO DIRECTOR DE MI MINISTERIO

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del PADRE de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” ‭‭Santiago‬ ‭1:17‬ El título pretende añadir humor. No deshonrar ni menospreciar. Y aunque no lo parezca, lo coloqué con temor y temblor.‭ Créame, es sólo una figura literaria en humor.

Esta afirmación de Santiago, no intenta añadir gloria a los dones ni a lo recibido por gracia. Esta afirmación señala al supremo valor incalculable del Padre que los otorga.

Soy yo quien puede subir hasta lo alto como ofrenda de olor fragante. Mis dones bajan de allá, pero soy yo el que puede subir a cambio de eso. Ellos no dicen absolutamente nada de mí, ellos testifican de mi Padre que está en los cielos.

Puedo hacer ministerio y edificarlo sobre el impacto de mis dones o puedo hacerlo desde quién soy delante del Señor. Tarde o temprano, todo ministro descubrirá que es desde lo segundo que se edifica un ministerio donde sólo Dios recibe toda Gloria y Honor.

Es peligroso “creerse” alguien con derechos especiales partiendo de la manifestación de un don. En la biblia, José perdió el don de tener sueños del Espíritu cuando usó ese don para humillar a sus hermanos y en un momento sugerir que aún su padre Jacob se inclinaría ante él. Eso es deducible al tenerse como contexto toda su historia.

EL RESULTADO FUE UN CRUJIENTE DESIERTO QUE DURÓ MÁS DE UNA DÉCADA EN SU VIDA.

He sentido nostalgia de espíritu cuando he visto a una persona con una fuerte unción en un don particular, independizarse del Cuerpo del Señor, menospreciar la autoridad de un líder y llegar a la conclusión de que tiene licencia divina para pastorearse a sí mismo. Ese es el mejor ejemplo de alguien que hace de su don concedido por gracia, la Corona y el Trono de su llamado.

Rubén Arroyo...Siervo inútil. (Lucas 17:10)