LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS EN EL MOVER DE LOS SANTOS

“...y cordón de tres dobleces no se rompe...”

‭‭Eclesiastés‬ ‭4:12‬ ‭

Los sonidos de las botas venían del otro mundo aunque pisaban este. Los tañedores no venían de un sólo altar pero era una sola su adoración. Las edades no importaron cuando tres generaciones se movieron como una.

Algunos bajaron de la montaña y otros cruzaron el valle sin que se quedaran atrás los de la costa. Desaparecían los nombres de un templo para dar paso a un Cuerpo glorioso de osados creyentes que perdían las zonas de seguridad de las paredes de sus santuarios donde colgaban sus títulos y posiciones, jerarquías y funciones para representar un sólo Reino y a un sólo Rey.

El profesional y la ama de casa. El empresario y el empleado. El doctor y el paciente. No hay diferencias cuando el ego entrega su voluntad al Espíritu del Señor. Su gloria lo llena todo pero el conocimiento de ella todavía no. Y es la manifestación de los Hijos el traductor de ese conocimiento y su contenido.

Botas, gorras, camisetas y de fatiga el pantalón. El evangelio era el mensaje y su Mesías la manifestación.

La tierra no tembló pero el infierno sí. Las palmeras no fueron derribadas por tempestades porque esta vez el blanco fueron las potestades. Junto al boricua había una cubana y junto al jíbaro una uruguaya. El arroz con gandules se asoció a la bandeja paisa y la pupusa con el majarete. El tango se mezcló con la plena como si supiera que de la gloria de Dios la tierra será llena. El volcán de Nicaragua se hizo uno con el de Guatemala, cuando naciones diferentes se pusieron La Pava.

Jesús oró para que fuéramos uno y uno fuimos cuando marchamos con honor.

🎶...ES MI NACIÓN QUE RECONOCE AL GRAN YO SOY...🎶

ARMY OF THE LORD