¡ADELANTE HONORABLE SENADOR PACQUIAO!

Nunca olvidó de dónde vino aunque todo lo que ha alcanzado hubiera sepultado el recuerdo del lugar de donde vino. Manuel (Manny) Pacquiao es más grande por dentro que su propia estatura. Ocho fajas de campeón en diferentes categorías no sólo revela la habilidad física sino la osadía del corazón.

Salió a boxear para salir de su pobreza y la de su familia pero lo que alcanzó lo compartió con los demás y aún sigue subiendo. Ya no de peso sino en grandeza. Conoció a Dios y a Dios da la gloria de lo alcanzado. Manny recibe mucho dinero por sus dotes y trabajo y da mucho dinero a otros por su corazón generoso.

Ahora tiene otra meta de mayor influencia. Siendo adulto y ya campeón obtuvo un título universitario. Obtuvo el escaño de senador, y sólo hace horas anunció su nueva aspiración desde donde su corazón podrá ayudar a toda su nación.

¡ANUNCIÓ SU CANDIDATURA A LA PRESIDENCIA DE LAS FILIPINAS!

Hombres de esa talla, fe y generosidad ya probaron que la fama, el dinero, el poder y la influencia no les cambia el corazón que poseen para Dios y para la gente. Oremos para que el Senador Honorable Manuel (Manny) Pacquiao pueda sentarse en la presidencia de su Nación.

¡NECESITAMOS A DIOS INVADIENDO CON SUS HIJOS LOS GOBIERNOS DE LA TIERRA!

Rubén Arroyo…¡Te Bendigo Campeón!.