Y DE PRONTO...TE QUEDASTE DESNUDO
“Y AÚN ME HARÉ MÁS VIL QUE ESTA VEZ, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado.”
2 Samuel 6:22
Los encargados del Protocolo real se quedaron sin respiración en un instante. La multitud esperaba el desfile real con bulliciosa expectación y todo debía realizarse de acuerdo al manual de la realeza. Las ropas del Rey están listas. Lista su corona y listo su cetro.
Sus valientes vigilan las intersecciones y su ejército victorioso vestido de gala ya listo para la marcha en comparsa gallarda. El Rey se quitó la ropa y sólo dejó un taparrabos de lino en su cuerpo. Alguien le recordó que debía lucir la ropa real. Otro insistió en guardar la imagen de nobleza y de la corona. El Rey salió sin ropas, sin cetro y sin corona.
Se colocó frente al Arca y sin dar aviso, comenzó a saltar frente al pueblo con todas sus fuerzas en un despliegue de crudo y fiero regocijo. A pesar de que lo hacía frente a todo Israel, la biblia dice que “David danzaba con toda su fuerza DELANTE DE JEHOVÁ”.
Atrás había quedado Goliath, Saúl y los filisteos. Dios le había dado victoria sobre todo y sobre todos sus enemigos. Se acabaron los años de persecución por los desiertos y las cuevas. Atrás quedaron el rechazo de sus hermanos y las injusticias de la corte real. Por eso...
NO HABRÍA PROTOCOLOS ESE DÍA. LA TRADICIÓN DE LA MONARQUÍA SE QUEBRABA DELANTE DEL ARCA DE JEHOVÁ.
Y el Rey David rompiendo con todo manual y tradición, danzaba con todas sus fuerzas sin importarle murmuración, rechazo, modales o imágenes para consumo de la gente, reconociendo que sólo su Dios lo había llevado hasta ahí.
Su esposa la Princesa Mical, conociendo todos los protocolos de la monarquía, despreció en su corazón a quien “descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, se comporta sin decoro como un cualquiera”.
“Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová”...Le diría David luego, al reproche de la Princesa real.
RINDE TU DIGNIDAD, TU IMAGEN Y TU PRESTIGIO DELANTE DEL SEÑOR QUE HARÁ COSAS QUE NO ESTARÁN NI EN EL PROTOCOLO NI EN EL MANUAL EN ESTA NUEVA ERA.
A MENOS QUE PREFIERAS...QUEDARTE CON TU ROPA.
Rubén Arroyo...
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